2012/11/28

Me quedo un viernes en la capital | Nostalgia de tres pisos


Nostalgia de tres pisos
Por: Liliana Cavazos

[What's past is prologue]
[William Shakespeare]

Yo crecí en una casa de tres pisos… los tres pisos eran una sola casa. Había una cochera enorme, y un jardín en el que dos pinos pinceles decoraban la fachada; entre el barandal y los pinos una parra de uvas se extendía. En el patio, todas las tardes el sol y una higuera comulgaban regalando una sombra enorme.

Así, cuando niña, en las primaveras comía higos y uvas mientras jugaba con mi primer mejor amigo: un perro pastor alemán que se llamaba Titán. En el tercer piso de la casona papá construyó un asador de ladrillos y una pileta para el hielo y las bebidas. En el verano mi hermano mayor y yo llenábamos de agua la pileta y aplacábamos el calor mientras Titán nos observaba.

A veces, en las noches, mamá hacía un tendido en el tercer piso. Subíamos almohadas y esperábamos a que llegara papá. Acampábamos en la terraza y dormíamos cobijados por las estrellas. En el horizonte sur divisábamos de cerca la cumbre norte del Cerro de la Silla mientras que los leones del zoológico La Pastora rugían anunciando “buena noche”.

Papá y mamá nos arrullaban contando mi historia favorita, remontándose a la década de los setentas cuando una joven y hermosa mujer, estudiante de enfermería, caminaba por las calles de la colonia Madero para regresar a su casa.

Ella pasaba por la esquina donde se juntaban los chicos del barrio, y ahí, un ojiverde muchacho le sonreía cautivado. Así se enamoraron mis papás.

“Nos hicimos novios en el Parque España”, contaban su cita romántica. De vez en cuando yo husmeaba sus cosas. Mamá tenía una cajita donde guardaba las cartas que su Romeo le enviaba.

En mi expedición encontré un libro que papá le regaló a mamá; era un compilado de poemas de Amado Nervo, con una dedicatoria de amor firmada en tinta azul.

“Antonino, fue por vino, quebró el vaso en el camino”, “flor de mayo, como una rayo, de la tarde se moría”, adoraba esos versos.

Así, el romance de mis padres fue el inicio de mi gusto por la lectura; para mi buena suerte, a mamá le gustaba leer y siempre había en casa buenos libros.

Mamá me cantaba “chiquitita no hay que llorar, las estrellas brillan por ti allá en lo alto” y papá por las noches me contaba cuentos en los que yo siempre era una valiente princesa.

En esa casa viví uno de los acontecimientos que marcaron positivamente mi vida. Una noche, el maullido insistente de un gato movilizó a mi papá. El felino había caído por un hueco del barro-block que conformaba el muro del patio de la casa, un muro muy alto que cobijaba los tres pisos de la casa.

Papá no lo pensó dos veces. Primero analizó la situación y luego, estudiado el plan, trepó a lo alto del muro y con un mazo comenzó un boquete. El gato maullaba, el mazo contra la pared resonaba y en medio de todo papá confiaba más en la teoría de su equilibrio que en la Ley de Gravedad.

Cuando el felino descubrió la salida que hizo papá, simplemente escapó. Pasaron varias semanas antes de que papá rellenara con concreto el hueco en la pared, y, mientras, ahí estaba el boquete recordándome que siempre vale la pena trepar muros y destrozar paredes para salvar gatos.

Mi hermano y yo compartíamos un gusto por los juegos extremos; vaciábamos nuestras cajas de juguetes en las escaleras, subíamos y bajábamos, corríamos y saltábamos, pero éramos de hule, nunca nos accidentamos.

A veces, con los otros niños del barrio íbamos en bicicleta calles abajo a donde el río. Algunos días lo usábamos de balneario; pasarían muchos años antes de que yo comprendiera que fuimos perdonados por la furia asesina del Río la Silla.

Una noche, los años le cobraron factura a Titán. Mi can murió a los pies de papá mientras yo en mi habitación dormía. A la mañana siguiente mis padres ser vieron en la penosa necesidad de comunicarme la tragedia, darme el pésame y consolarme.

Papá me informó también que sin importarle que ya era tarde por la noche, cubrió a mi amigo con una manta, lo cargo y colocó en el asiento trasero del carro, y emprendió un cortejo fúnebre a Cadereyta donde el rancho. Ahí, mi viejo amigo recibió una despedida con los más altos honores, un sepelio digno bajo la copa de un naranjo.

Aunque he vivido tranquila por saber que mis padres dieron a mi can cristiana sepultura valorando así que era un miembro importante de mi familia, a más de 20 años esta mujer adulta no supera el saber, que la niña que fui se despidió para siempre de su mejor amigo.

Pero el mundo siguió girando y, en octubre de 1992 viví el día más feliz de mi infancia; fue una tarde en la sala de espera de un hospital, cuando desde un vitral el doctor de mamá me presentó a mi nuevo hermano ya engalanado con nombre de emperador.

Hay fotografías de ese día; mis ojos se ven enormes, enajenados, y, mi sonrisa inmensa. Al día siguiente me desbordé de júbilo en el salón de clases presumiendo el gran acontecimiento de mi vida.

Casi cinco años después, empacamos todo. La mudanza tardó un mes en concretarse. A veces paso por la avenida Valparaíso donde esta la casa de tres pisos y me resisto a mirarla, y, en un acto de rudeza innecesaria simplemente paso de largo.

Pero por las noches a mi subconsciente no lo engaño. Sin importar donde viva la casa de tres pisos sigue siendo el escenario de mis más cálidos sueños.

Así pues, érase una vez, una niña que se creía princesa, en una casa de tres pisos que ella creía era un castillo.

. . . .

2012/11/20

Me quedo un viernes en la capital | Justificando


Justificando
Por: Liliana Cavazos

No hay poetas, 
hay fugas.

No hay musas, 
hay celadores despistados.

No hay rimas, 
hay pistas del paradero.

No hay búsqueda, 
sino malditas resignaciones.

Ni hay armas 
ni nada 
y todo lo estoy inventando,
solo para justificar
 que eres un bendito verso
que de pronto se me ha escapado. 

. . . .

2012/11/18

Archivo rojo | La última foto


La última foto
Por: Liliana Cavazos

La casualidad nos da casi siempre 
lo que nunca se nos hubiere ocurrido pedir.
Alphonse de Lamartine.

El 31 de octubre de 2009, Mauricio Fernández Garza opacó la toma de protesta de los demás alcaldes en Nuevo León, cuando al asumir su cargo como presidente municipal de San Pedro Garza García, hizo un polémico anuncio en su discurso:

“Y por cierto, ahorita me acaban de informar, que El Negro Saldaña, que aparentemente es el que esta pidiendo mi cabeza, hoy amaneció muerto en el Distrito Federal, y era el primer cabeza de secuestros en San Pedro Garza García”.

La polémica declaración de Fernández Garza en su toma de protesta como alcalde 2009-2012.

Estaba hecho. El tema coyuntural de la semana estaba puesto en la mesa; las demás tomas de protestas serían sólo eso: tomas de protesta con un conglomerado de fotos, citas textuales y “bites” para armar una sola nota respecto a las nuevas administraciones.

De cada evento habría que estar pendiente de la “reaccionitis”. Pero ya, todos los nuevos alcaldes habían perdido importancia. Mauricio destellaba. Nadie avistaba la presencia en la escena de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” (entonces alcalde de García, Nuevo León). Fue cuestión de solo cuatro días.


El Bronco y su general

Rodríguez Calderón y Esparza García en noviembre de2009. 
Fotografía de Liliana Cavazos ©.
El domingo primero de noviembre de 2009 hacía frío en Monterrey. Mucho frío. Oscurecía y yo aún no terminaba mi trabajo de campo. Había que desplazarse 40 kilómetros desde el centro de la ciudad hacía el noroeste del área metropolitana para llegar al municipio de García y cubrir la toma de protesta del nuevo alcalde.

No era cualquier recorrido. En el rumbo de García el frío es más intenso, la carretera eterna y –al menos en ese entonces- oscura e insegura. Mi compañero camarógrafo –Antonio Escobar- y yo nos desplazamos, rezando –entre otras cosas- por que el evento no se prolongara.

Quienes saben de esto, me entienden. Después de lo declarado por Fernández Garza, la toma de protesta del nuevo alcalde de García, no se acercaba a los titulares y principales encabezados del lunes.

Cuando llegamos al recinto, lo confirme. Solo habíamos asistido dos medios a cubrir el evento –reporteros del canal estatal TV Nuevo León y nosotros, Multimedios- MILENIO-.

Saludé a Jaime Rodríguez Calderón a unos minutos de subir al podium y rendir protesta como alcalde (García 2009-2012), y ahí, me presentó a los integrantes de su estrenado gabinete.

No lo dudé ni un solo minuto; había que sacar muchas gráficas del nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública de García, un retirado militar de rango General Brigadier, de cara dura pero de trato amable y de nombre Juan Arturo Esparza García.

Con mi Canon EOS-20D me puse frente al general y disparé. “Cuide su arma”, me dijo al tiempo que yo continuaba con la sesión fotográfica, y, no conforme, cuando comenzó el evento lo seguí hasta su lugar.

Lo recuerdo en un asiento a pocos metros de Abel Guerra Garza y Clara Luz Flores –invitados de honor de Rodríguez Calderón-. Yo seguí la sesión, y, tal fue mi sorpresa que cuando llegue a la redacción me percaté que tomé mas fotos de Esparza García que del entonces estrenado alcalde.

Sin más, entregué a mi editor del periódico una fotografía de Rodríguez Calderón tomando protesta, misma, que por carecer de relevancia entre los demás contenidos del diario, no fue publicada.

“Ni la vueltesota” pensé al tiempo que colocaba en mi archivo las demás fotografías: las del general.

La última foto. Juan Arturo Esparza García durante la toma de protesta de Jaime Rodríguez Calderón como alcalde de García, Nuevo León (2009). Fotografía de Liliana Cavazos ©.

Noviembre cuatro de 2009

El miércoles que precedió yo descansaba, pero como de costumbre, estaba al tanto del noticiero nocturno. Ahí me enteré de la noticia, y, lo siguiente, fue una llamada a los editores del periódico.

“Yo tengo fotos de él”, dije a mi editora Alma Ramírez, y pensé “la última de hecho”. Esparza García, había sido ejecutado durante una emboscada tras el primero de tres ataques fallidos contra Rodríguez Calderón.


*Dato: Dadas las confusiones que pueden presentarse, ver las siguientes ligas de los municipios de San Pedro Garza García y García, Nuevo León.



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2012/11/16

La niñita | Me quedo un viernes en la capital


La niñita
Por: Liliana Cavazos

El tiempo y la niñita parecían aliados. Los amantes –como todos los amantes del mundo- se rasgaban el alma, las vestiduras y las carnes por lanzarse uno al otro y comulgar con el pecado.

Pero la niñita estaba despierta, y, el reloj, advertía que ese recoveco del día –y del mes- programado para amar se iba a terminar. Entonces se miraban, fumaban sus cigarros y charlaban.

Entre un descuido y otro de la niñita -mientras jugaba sola- ellos se besaban; en la cocina se comían, con lenguas y dientes, con cuellos mordidos y espaldas estrujadas, las manos discutían con el sostén, las piernas se abrían, se empujaban y… la niñita los llamó.

La pasión se hacía nudo, y la niñita quería atención e ignoraba quién era él, y es que a ella -tan nueva en este mundo- poco le importaba saber a quién besaba mamá que no era papá.

¡Ay!, los amantes y la conciencia de culpa, y los secretos, y la doble vida, y sí, otra vez: la culpa por saberse dueños de una espada de hierro que pincha el corazón de las promesas de un altar, amenazando con atravesarlo todo y capaz de borrar la sonrisa del retrato familiar.

Una improvisada estrategia salió de la manga de mamá: un biberón con agua y un arrullo exprés para luego recostar a la niñita en el sillón. Los párpados de la pequeña caían, y lo amantes, en la silla del comedor repetían el rito.

Pero la maniobra resultaba incomoda; se pusieron de pie, caminaron hacía el otro sillón cuidando no soltarse, que los cuerpos permanecieran juntos y los besos puestos en los labios. Malabaristas del amor.

El sillón no conformaba los espacios requeridos y lo despidieron; cuerpo a cuerpo mejor quedaron en la duela, a ras de piso, calando en la espalda y quitando prendas, arrebatándose las telas, bajando las manos, tocando las curvas, humedeciendo la vida.

Casi desnudos, gemían y comían, eran carne y eran verbo; al siguiente giro de cara para retomar postura y consumar el acto, ambos vieron a la niñita: despierta, risueña y mirándolos de frente.

En un segundo se terminó todo –las culpas, las culpas, las culpas-. De la pasión, al susto y del susto a la risa; se sintieron descubiertos por una pequeña que no hace mucho que ya camina, que se inicia en la vida, y ya cómplice de una aventura. Pequeña cómplice.

A la risa nerviosa el asalto de miedos: ¿lo recordará?, pensó  la madre. La angustia, la angustia... y los años por venir.



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2012/11/14

Bitácora personal. Día 10,471.

Bitácora persona. Día 10,471.
Por: Liliana Cavazos


La redacción del DF y la de Monterrey son universos paralelos... yo crucé el umbral y sé lo que pasa en una y otra, entonces, sentí que era mi oportunidad para tomar el avatar de Jacques Cousteau y sumergirme a la profundidades de ambas orbes y explorar.

Así pues, en éste arduo trabajo científico, comencé a documentar los comportamientos individuales y en convivencia de los mamíferos que integré a mi estudio. En la bitácora del viernes tres de agosto de 2012 escribí:
...”Los individuos del orbe capitalino en mesoamérica, ironizan de forma amena su salida de turno. Cuando, quien concluye sus actividades o turno toma sus pertenencias se pone de pie y comienza a despedirse quienes se quedan devuelven la despedida con la frase ‘¡que fácil!’, aludiendo a que aún hay trabajo por hacer. 
En la otra orbe, la regia, ubicada en aridoamérica, los ‘reporterious-regius’ realizan un ritual similar que consiste en emplear la frase ‘¡ah!, ¡¿medio turno?!’. Lo interesante de mi estudio, es que ambos orbes desconocen que sus tribus realizan las mismas prácticas, y, que a final del día, son mas parecidos de lo que podrían imaginar".

Así pues, continúo mi viaje, explorando los más recónditos lares de las redacciones, donde emergen diferentes formas de vida.


*El orden cronológico de esta bitácora debe ser seguido por el día transcurrido y no por su fecha de publicación.

2012/11/11

Bitácora personal. Día 10,472.

Bitácora personal. Día 10,472.
Por: Liliana Cavazos


“Le voy a recetar antibióticos y desinflamatorio”, me dijo la doctora Castillo en la consulta gratuita de Farmacias del Ahorro.

“Su afonía es por una infección”, prosiguió.

“Además del medicamento le voy a recetar otras cosas. Tome te caliente, no tome líquidos fríos y lo más importante porque de esto dependerá que se vaya sintiendo mejor: no hable”, dijo al tiempo que en la receta escribía haber consultado a una paciente de apellido “Cabazos”.

Y así fue... como me inmuté."

Me… in-mu-té.

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*El orden cronológico de esta bitácora debe ser seguido por el día transcurrido y no por su fecha de publicación.

2012/11/02

Final Alterno | Me quedo un viernes en la capital

Final alterno
Por: Liliana Cavazos

Y entonces, el Principito despertó.

Al oriente del asteroide B-612 salía el sol.

Junto al pequeño príncipe estaba el biombo con el que protegía a su flor, pero sin ella.

-¡Mi flor!- exclamó consternado el Principito.

Y en medio de la crisis su mirada se cruzó con ella.

-¡Buenos días!- dijo la flor.

¿FIN?

(Antoine, no me odies, a final de cuentas quizá todos lo imaginaron).

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2012/10/24

Bitácora personal. Día 10,555


Bitácora personal. Día 10,555
Por Liliana Cavazos

A las tres y media de la mañana salté de mi cama; con un ojo cerrado y el otro a medio abrir, no hubo dificultad, solo obedecí los comandos que una noche antes dejé en mi memoria con técnicas de programación neurolingüística.

Bajo el chorro de agua en la regadera recordé el itinerario del día y el punto medular de la agenda: a media mañana, yo tomaría un fusil de asalto y parapetada, dispararía. Nada extraordinario, un curso de militares para periodistas.

Un cumulonimbo se formó en mi corazón; recordé lo que se siente tener los ojos frente al cañón, la cara dura igual que la bala y un rezo piadoso al dedo que baila en el gatillo.

Esta ciudad y sus vicisitudes; aún con tiempo de sobra y no llegué. Mis manos están limpias, el rodizonato de sodio dará negativo, así será siempre, sin restos de plomo y bario en mis poros… quizá fue cosa del destino, quizá fue cosa de la ciudad, pero me convenzo de algo: estas manos no son para disparar.

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2012/10/22

AVISO DE OCASIÓN


Estimados lectores:

Este sitio participa en el I Concurso de blogs para fomentar la difusión del Español en la categoría de "Bitácora personal de difusión de la cultura".

El concurso es organizado por la Universidad de Alcalá, Google España y Madrid Network en colaboración con Monografías.com.

Si deseas otorgar tu voto a Cuatro Puntos Suspensivos, puedes hacerlo AQUÍ.


¡ G R A C I A S !
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2012/10/21

DOS AL HILO | Me quedo un viernes en la capital

Dos al hilo 

A veces me da por improvisar letras en el muro de Facebook y luego lo lamento porque quedan ocultas. Aquí dos breves textos que estaban extraviados en el tiempo. Pensé en publicarlos por separado, son temas diferentes, pero, hoy decidí que van en combo. Espero que los disfruten. Y siempre, mil gracias por leerme. 

Liliana Cavazos.
(La mujer que cree en orgasmos que son como auroras boreales, y en amaneceres que son como temblores.)

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Orgasmo violáceo 
(Enero de 2012)

Por: Liliana Cavazos 

De septiembre a marzo se padece de pasión a colores en el cielo nocturno del hemisferio norte... La "aurora polaris" se proyecta cuando la colisión de energía de partículas cargadas con protones y electrones chocan contra átomos y moléculas de oxígeno y nitrógeno.

La colisión se debe a que las partículas fueron atraídas por el campo magnético de la Tierra incidiendo en la atmósfera cerca de los polos.

El choque, excita los átomos a niveles tales que, cuando se des-excitan, devuelven la energía en forma de luz visible de varios colores.

Aurora boreal, retales pasionales, orgasmos violáceos, magentos y neones.
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Tiemblo
(20 de marzo de 2012)

Por: Liliana Cavazos

El inconsciente y el subconsciente estaban ahí conectados con la tierra mientras yo dormía; levantaron mi cuerpo de la cama, activaron mis pies descalzos.

El consiente llegó cuando yo cruzaba el marco de la puerta del departamento y fue ahí cuando me percaté que el suelo temblaba.

Entonces me dirigí a las escaleras buscando la salida del edificio; la fuente con oleaje, vecinos gritando, la banqueta inestable, los cables sacudiéndose.

Me detuve en medio de la calle Morelia; el sol en el asfalto pasó inadvertido a las plantas de mis pies; una menuda decena de personas junto a mi.

Yo estaba dormida ¿dónde están los despiertos?

A mi respuesta, la estampida de inquilinos del edificio Los Laureles se hizo presente. Tres minutos más y todo se movía, cada vez menos, de menos en menos. Y ya menos.

-Estoy bien.

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2012/10/16

Archivo ROJO | La realidad en el norte



La realidad en el norte
Por Liliana Cavazos

Estas líneas que a continuación voy a repetir no son mas que la pura realidad de lo que pasa en el norte de México. Para quienes somos originarios de esa zona no es ninguna sorpresa, lo comparto mas bien con quienes viven en otras regiones del país y del mundo.

Quizá como un mecanismo de defensa, mi gente ha tenido que adaptarse a este nuevo estilo de vida; quizá yo me acobardé y decidí migrar, por eso no me queda mas que admirarlos por el valor de salir cada día a esa jungla urbana en donde el principal depredador lleva plomo en la quijada.

Aquí estas citas textuales cien por ciento verídicas:

“Traían unas pistolonas, primero creí que eran tipo polis, pero iban en una camioneta blanca, y le pedía a Diosito todo poderoso que nos cuidara (…) y nos llevaron hasta al lado de la carretera pero un poco más lejos, tenía mucho miedo pero no tanto como antes, porque dijeron que eran del Golfo”.  Anónima allegada de entre 12 y 14 años quien por las circunstancias propias de los hechos se comunicó conmigo para contármelo.

“Agradezco a Dios que este cabrón huerco no jaló el gatillo sino otra historia”. Amigo, de entre 25 y 27 años quien recientemente fue asaltado y despojado de su Nextel.

Así lucía el Barrio Antiguo de Monterrey hace ocho años durante los festejos de Halloween. Ese sector era popular por el sinnúmero de antros y bares en donde vivía la vida nocturna.

“Me dijo bájate y camínale pa adelante sin detenerte, si volteas te mato”, amigo, camarógrafo y padre de familia quien una madrugada fue despojado de su carro cuando estaba a punto de llegar al trabajo.

“Nos llevaron a un lugar, salió uno con unas tablas, nos iban a matar”, exnovio y amigo.

“Fuimos a la procuraduría, y no tienen noticias”. Amigo de mi papá, quien desde hace dos años no sabe donde esta su hijo de 20.

“¡No mames!, ¡pinches ojetes!” un amigo de entre 24 y 26 años a quien encontré llorando de rabia (y de miedo, amigo se vale decirlo) afuera de Famsa Félix U. Gomez, porque tras encañonarlo y someterlo, le quitaron el carro. Rescató su Nextel, recordó que yo andaba en “uno” (reporteando en la madrugada) y me llamó.

En contraste, así lució el año pasado el Barrio Antiguo de Monterrey durante los festejos de Halloween. Debo ser honesta, esta analogía gráfica lo obtuve tras solicitarle al buscador de imágenes de Google "Barrio Antiguo, antes y después"; el resultado son miniaturas cuyos derechos pertenecen a Grupo Reforma. 


“¡Buey!, no mames, andan unos empistolados trepados en el techo”. Vía telefónica una amiga de mi edad, preguntándome si sabía lo que estaba pasando en la colonia Topochico porque había mucho movimiento. La realidad era, que en la casa contigua a donde ella vive, había una casa de seguridad disfrazada de taller mecánico en donde había secuestradores, armas, municiones y ocho microempresarios secuestrados y torturados.

¿Qué mas les cuento? De mi amigo camarógrafo a quien siete pistoleros encañonaron, de mi colega reportero quien junto con su chofer de taxi fue "levantado" y torturado, de un amigo que estaba noviando en un parque y ahí fue blanco de un secuestro exprés, de cómo una madrugada desperté a mi hermano menor para decirle que se escuchaban los balazos y que se quitara de la cama que da a la ventana, de cómo se murió la vida nocturna en Monterrey, de cómo se iluminan los ojos de mi gente cuando al visitarme en en el DF se dan cuenta como algo extraordinario de que la gente toma la noche como suya con rumba y fiesta.

¿Qué si estoy inventando estas historias? ¡Mierda, mierda, mierda y mil veces mierda!. Que pinche chingadera, que mierda de guerra.

2012/10/11

MANADA DE LOBOS | Me quedo un viernes en la capital


Manada de lobos
Dedicado a Walter, mi hermano.
Por: Liliana Cavazos

Rofus no era como los demás lobos; no era tan grande y fuerte como sus hermanos y por eso se sentía el más débil de la manada.

Una tarde después de dos días sin comer, los lobos cazaron una cría de alce… era muy pequeño, era poca carne. Los colmillos de los lobos se clavaron en la tibieza del cervato; Rofus apenas si alcanzó a arrancar un trozo de pierna cuando los demás le gruñeron.

La tristeza de mi lobo lo hizo aullar, sin luna y sin noche; entonces partió. Caminó en sentido contrario por los senderos donde siempre andaba la manada, y así, sin más y sin menos, solo protegido por su gris y abundante pelaje, se perdió entre las estepas.

Los soles pasaron, el frío se fue y volvió. “Rofus está muerto”, decretaban los demás lobos de la manada. Nadie podía creer que aquel pequeño y debilucho can fuera capaz de sobrevivir en la furia helada de la montaña, donde los alces ya no vivían, donde la noche se queda seis meses impidiendo que llegue el día.

La hambruna mataba poco a poco a los lobos cuando fueron sorprendidos por Vólto, el rey de la tundra, un oso blanco enorme y hambriento; de sus fauces voraces rugió una amenaza, se presumió bípedo y temible. 

Frente a Vólto, los hermanos de Rofus extendieron sus patas delanteras y bajaron la cabeza, sosteniendo la mirada en la alerta, los colmillos exhibidos, el gruñido puesto en el aire, el pelaje encrespado y la última batalla de la guerra a la sobrevivencia clavada en la conciencia, apretando el corazón.

Una milésima de segundo antes de que la manada saltara contra Vólto, un rayo gris tumbó al oso; era un enorme lobo, de torso grueso, de patas anchas, de quijada amplia, de salvajismo supremo. Era Rofus coronándose en la tundra, reclamando a su manada, reclamando el apetito de los suyos, reclamándose como el Alfa.

El perfume de Rofus aclaró toda confusión a sus hermanos; no era un extraño, era el de siempre, adiestrado ya un líder por la cátedra de la montaña, por las lecciones solitarias que deja en cualquier lobo la soledad cuando desde siempre, eres un lobo y entonces, eres de una manada.


*Gracias a Alma Ramírez por sus certeros apuntes que contribuyeron a la edición de este texto. De esas veces cuando un pato ayuda a un lobo.

2012/08/23

Lo que esconde la Alameda Central

Lo que esconde la Alameda Central
Por Liliana Cavazos
Cada rincón de la Ciudad de México me resulta fascinante... no son mis ojos provincianos quienes hablan, son las miles de historias que día a día gritan desde cada pared, desde cada árbol viejo, edificio, banqueta, que se yo.
"Es una ciudad nostálgica" bien recuerdo que me dijo mi amiga Sunny cuando llegué aquí. Tiene razón. Voy conociendo poco a poco esta ciudad, decifrándola de a lento y me dejo seducir por su historia.
De esta fascinación la cereza en el pastel es hacer un reportaje acerca de los rincones del Distrito Federal, y por ello les comparto con mucho gusto una infografía que realicé junto con Guillermo Guerrero y el diseñador Óscar Ávila acerca de La Alameda Central.

¿Qué esconde la Alameda Central? | Infografía


Artículo publicado el 22/08/2012 en Milenio.com


2012/08/17

Me quedo un viernes en la capital | ¿Pa’ qué?

¿Pa’ qué?
Por Liliana Cavazos
Ya no quiero saber donde muere el eco y donde duerme la derrota… ya no quiero desenvainar mi espada ni usar uniformes.
Mejor me convierto en la voz que alguien gritó y que cruza al otro lado del cañón, trazando asimetrías de glorias y victorias, besando labios enemigos vestida solo de piel.
Ya no cuento los minutos y mejor los escucho contar esos dramas que entran a los ojos y luchan contra el lóbulo temporal para un día, estacionarse en el hipocampo y juntos, salir a pasear.

2012/08/09

La Reina del Pacífico... la capo de drogas y del glamour | ARCHIVO ROJO

Pierde glamour "La Reina del Pacífico"
Por: Liliana Cavazos
Artículo publicado el 09/08/12 en Milenio.com
En 2007, cuando Sandra Ávila Beltrán fue detenida, llamó la atención por la familiaridad con que se dirigía a la cámara fotográfica. La presunta narcotraficante se mostraba segura, coqueta y sonriente.
Su fotogenia contrastó con los hasta entonces conocidos rostros de narcotraficantes, de mirada dura, de rasgos toscos que advertían despreocupación por el cuidado del físico. La Reina del Pacífico, posó para la lente que registró su ficha de detención, y ahí, plasmó su distintivo sello.
Paralelo a la relevancia de su detención y de ser acusada de fungir como intermediara entre narcotraficantes colombianos y compradores estadunidenses, los medios destacaron la apariencia física de Ávila Beltrán.
En 2011, mientras permanecía recluida en Santa Martha de Acatitla, el tema de su apariencia física fue retomado por los medios a través de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). A La Reina del Pacífico se le acusó de recibir un tratamiento estético de botox.
La denuncia fue presentada ante la Fiscalía para Servidores Públicos por Fidel Alonso Ceballos, quien fungía como director de Seguridad Penitenciaria en contra del personal carcelario que habría dado acceso a un médico para aplicar el tratamiento a Ávila Beltrán.
El 16 de febrero de 2011, la PGJDF dio a conocer que tras realizarse pruebas periciales a La Reina del Pacífico, se descartó que ella hubiera recibido el tratamiento, destacando que fue antes de su detención cuando la implicada se practicó cirugías estéticas en glúteos y busto.
Finalmente la autoridad capitalina resolvió que en efecto, un médico ingresó al centro penitenciario para realizar la aplicación de botox, sin embargo el tratamiento fue realizado a la entonces directora de la cárcel, Sara Leticia Morales Cartagena y tres de sus colaboradoras, quienes fueron destituidas.
A cuatro años y 11 meses de conocerse públicamente una fotografía de Sandra Ávila Beltrán, este jueves la autoridad federal reveló nuevas gráficas durante el operativo en que La Reina del Pacífico fue extraditada a Estados Unidos.
La imagen dista de la conocida en 2007. Casi cinco años pasaron y la reina cambió; el porte y la coquetería ya no estaban… pero un dejo de esa chispa permanecía en una sutil sonrisa.
Un agregada tuiteado hoy en @lilianacavazos
A colación de la extradición de Sandra Ávila Beltrán éste jueves 09 de agosto de 2012, el nombre de la presunta narcotraficante se convirtió en Trending Topic en Twitter, y los tuits que relacionaban a “La Reina del Pacífico” con “La Reina del Sur”, sobraron. Entonces tuitié:
A ver, son historias completamente diferentes... Sandra Ávila Beltrán, "La Reina del Pacífico" no incursionó en el narcotráfico por casualidad, tal como lo hizo Teresa Mendoza "La Mexicana", personaje "ficticio" de la novela de Arturo Pérez Reverte "La Reina del Sur"
La Reina del Pacífico es sobrina de Miguel Ángel Félix Gallardo "El Padrino”, zar de la cocaína y fundador del Cártel de Guadalajara quien trabajó junto con el extinto Pedro Áviles Pérez, tío de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El Padrino y Avilés, negociaron con Pablo Escobar para el trasiego de cocaína a EU.
De ese linaje viene La Reina del Pacífico; en el caso de “La Reina del Sur”, el autor, Pérez Reverte, traza la historia de una joven culichi, a quien el amor y sus circunstancias la llevaron de México a España para dirigir operaciones de trasiego de hachis de Marruecos al sur de España por el Estrecho de Gibraltar.
Luego, con el apoyo de los rusos, distribución de cocaína a Europa. Son historias diferentes. Una real y otra, que hasta ahora solo ha sido real en el maravilloso ingenio de Pérez Reverte.
De Teresa Mendoza, al final de la novela ya no sabemos nada... de Sandra Ávila Beltrán, sabemos que México ya la entregó a la justicia de Estados Unidos.
Saludos.
Casi se me va... igual y las dos Reinas tienen corrido... aquí les dejo el de Ávila Beltrán.
Reina de Reinas | Los Tigres del Norte

2012/07/06

Me quedo un viernes en la capital | Rielera

Rielera
Por: Liliana Cavazos
Eres el rojo del vino
y la violencia de las sábanas
Tumultos de noches alegres
compañero de batallas
en una guerra que se pierde
y yo…
rielera del pecado.
Imagen: "El Abrazo" de Santiago Carbonell

2012/06/29

Me quedo un viernes en la capital | Almohadas

Almohadas
Por: Liliana Cavazos
Desperté a media madrugada
Abrazando con fuerza mí
Almohada,
Llorando sobre ella
Y sin comprender
Por qué me dormí
Sabiendo
Que es horrible
Despertar.
Mi cuerpo derrumbado
En la cama
Y la cama
Reclamando un vacío
Tan inmenso
Tan intenso
Como el que encuentro
En mí
El dolor me invadía
En medio del silencio
Cual verdugo a mis
Oídos.
Ese infernal silencio
Que azota mis
Tímpanos repitiendo
Tu ausencia
Con palabras
Golpeadas
Empapándome
De fracaso
Sin tener
Una sola razón.
Y tú…
A tantos
Kilómetros de mí.
Sabe Dios si tengas
Una almohada entre tus brazos
Que rompa este silencio
Y que te rompa en pedazos…
Que me dé,
Una sola
Razón
Para
Dormir.
Nota: este texto lo escribí en abril de 2003

2012/06/22

Me quedo un viernes en la capital | Lo único que sé de Erick

Lo único que sé de Erick.
Por Liliana Cavazos
Me incliné un poco más; pensé que mi posición fetal ya no era suficiente para esquivar balas. Y no lo era.
Mi pierna desangraba, pero ni siquiera sentí dolor y tampoco ubiqué la herida; pensaba en mi infortunio y lo mucho que lloraría mi madre al saberme muerto y justo en ese momento perdí el conocimiento.
No morí. Hoy sí duele la herida, tanto, que el sólo hecho de pensar en dejar caer el peso de mi cuerpo sobre mi pierna derecha para dar un paso, me causa dolor.
Me veo al espejo y encuentro a un desconocido. Ese rostro de terror, esa delgadez espontánea que causa el temor diario y mí inclinada postura causada por el plomo.
Cada día desde que recobré el conocimiento, siento que la esquirla de la bala penetra más. Los médicos aseguran que ya sacaron todo, pero poco saben de esos fragmentos emocionales que se entierran lento y sin propósito.
Mi herida es poco, mi temor también. Cierro los ojos y de nuevo estoy en esa calle; el rechinido de la llanta de un coche advierte la situación, y en menos de tres segundos el sitio es invadido de militares y sujetos armados disparando entre si desde sus vehículos, sin importar quien este a su paso.
Esa tarde murieron ocho personas, dos ellas en el hospital, el mismo a donde fui internado. Uno de esos muertos y yo fuimos trasladados en la misma ambulancia: Erick, seis años.
De él sé poco. Lo suficiente para sentir que muero a diario. Sé que cuando comenzó la balacera esperaba a su mamá en el auto estacionado. Ella se resguardaba junto a mi, en la enana barda de una jardinera.
Entre bala y bala, la mujer hacía señas a su hijo para que se mantuviera quieto en el auto. Sé acerca de Erick, que no entendía las señas de su madre, y que, lejos de temer por su vida, temía por la de ella.
Erick abrió la puerta, salió corriendo; lo ví volar del coche a la jardinera mientras mi nariz se llenaba de olor a pólvora quemada. Su baja estatura le permitió pasar desapercibido entre los pistoleros.
Ella se puso de pie; uno de los pistoleros detectó el movimiento, giró su fusil y disparó al tiempo que el niño se abalanzó sobre su madre amortiguando el impacto de la bala.
Yo aún no se en que momento fui herido. Pero yo no morí, ni ella… ni quien disparó.

2012/06/15

Me quedo un viernes en la capital | CONDENA

CONDENA
Por Liliana Cavazos
Yo caminaba de noche esperando que las calles no me llevaran a casa pero los pies seguían la ruta de siempre.
Cerré los ojos, apreté los puños y pedí un deseo; maldije tu nombre y te grité; te grité como si estuvieras frente a mí y con el anhelo de que vieras como mi rostro se hinchaba de rabia.
Pateé un cesto de basura, golpeé el cofre de un coche, abracé el asfalto y me desdoblé; regurgité mi corazón y salió en mil pedazos, desangré, lloré y me dormí.
Sobreviví a la hipótesis de morir por ti y tú tomaste forma de poema.
“Si me rompes el corazón te convierto en versos” fue mi advertencia y hoy es mi condena.

2012/06/13

Archivo ROJO | El valiente reportero "Redacción"

Por: Redacción Liliana Cavazos
En el punto final de mis notas rojas me asaltaba la duda de siempre: firmar o no con mi nombre, hacerme responsable o no de la información.
Muchas veces resolví asentar en el texto y en el Full Track para televisión que un tal "Redacción" se encargó de reportear, de buscar respuesta a las preguntas qué, cómo, cuándo, dónde y por qué; que el tal Redacción fue y habló con los militares, con los policías ministeriales, con los testigos temerosos.
Que el tal Redacción se paró en medio de la escena y tomó nota de todo: los casquillos percutidos, los impactos de bala en las paredes, los vehículos y sus matrículas, regresar con los malencarados detectives y preguntarles si los coches tenían reporte de robo y de no recibir respuesta ahogarse entre contactos de inframundo para conseguir la información.
Y por si no fuera poco, Redacción el reportero se encargó de estructurar toda la información recavada, darle forma, narrarla, redactarla y entregarla como estafeta a los editores y productores para que la nota pudiera conocer los ojos del lector y los oídos del televidente.
Así muchas veces me disfracé del reportero Redacción, porque Redacción no tiene cara y Liliana Cavazos sí, porque Redacción no tiene familia y Liliana Cavazos sí, porque Redacción no muere con una bala y Liliana Cavazos sí, porque Redacción no tiene miedo y Liliana Cavazos... sí.
Pero era absurdo. Redacción era a final del día una firma y nada mas; mi voz y mi rostro quedaban en la estampa de la nota televisiva.
(Semefo levantando un cadáver en Salinas Victoria, Nuevo León, tras una balacera en junio de 2011. Fotografía de Liliana Cavazos bajo el seudónimo "Redacción".)
Aún así, Redacción sigue reporteando porque el anonimato que vende sigue siendo comprado por mis colegas de diferentes partes de la República Mexicana, en especial de quienes reportean la nota roja y del crimen organizado en plazas calientes como Ciudad Juárez, Tamaulipas, Coahuila, Veracruz, Michoacán y mi natal Nuevo León.
***
Reporteando con Redacción
El dos de junio de 2011, en la colonia Paseo del Norte, de Salinas Victoria, Nuevo León, usé como otras tantas veces el disfraz del reportero Redacción para mi nota publicada en los periódicos MILENIO Monterrey y Express, pero no para Telediario de Multimedios Televisión.
Aquí les comparto parte de mi trabajo y del reportero Redacción.
(Nota publicada el tres de junio de 2011 en MILENIO Monterrey y Express).
Mueren 2 militares al enfrentar a pistoleros
Una desolada colonia del municipio de Salinas Victoria fue el escenario de una refriega entre Fuerzas de Apoyo Federal y presuntos delincuentes, en donde dos militares murieron en un acto heroico y tres pistoleros cayeron abatidos.
Pasadas las diez de la mañana, los habitantes de la colonia Paseo del Norte se atrincheraron en sus domicilios al escuchar el estruendo causado por ráfagas de metralleta...
Y aquí les comparto mi trabajo para televisión.
(Telediario, tres y cuatro de junio de 2011)

2012/06/08

Me quedo un viernes en la capital | Zaguán

Zaguán
Por: Liliana Cavazos
Zaguán de siglos, testigo de generaciones, madera que se pudre, inevitable destino. Disfruta el crujir del fuerte cuando pasa el tren… sólo te queda eso y el sol, el infinito sol que reposó en tus alas, como los azotes crueles que sé recibiste, como las madrugadas que permaneciste abierto para que corriera el aire, como los cientos de candados y cerraduras que conociste, como todas las almas que pasaron bajo tu marco. Perdóname, sí, por favor hazlo, por tallar mis letras en tu agonía.

2012/06/03

#YoSoy132; retrospectiva del movimiento universitario

Artículo original publicado en Milenio.com
Por: Liliana Cavazos
La generación de nuevos votantes no dudo en usar su principal arma: las redes sociales, dando vida a un movimiento estudiantil que cuenta con 54 comunidades estudiantiles; su principal pugna: la transparencia de los medios de comunicación y el rechazo al régimen priista.
Por Liliana Cavazos
El 11 de mayo de 2012 la noticia corrió rápido en las redes sociales. Comenzaron a difundirse videos y fotografías de estudiantes de la Universidad Iberoamericana lanzando consignas contra el candidato priista a la Presidencia de la República durante su visita a la institución educativa.
La acción fue criticada por Pedro Joaquín Coldwell y Arturo Escobar, dirigentes del PRI y del PVEM, al poner en duda que quienes participaron eran auténticos estudiantes de la Ibero y calificándolos de “porros”.
En respuesta, 131 estudiantes de la Ibero publicaron en redes sociales un video en el que mostraban sus credenciales de alumnos y defendieron su derecho de réplica, explicando que actuaron contra Enrique Peña Nieto por decisión propia.
Estudiantes universitarios de diferentes partes del país se sumaron a lo dicho en el video, surgiendo así el Movimiento #YoSoy132, en el que al día de hoy participan 54 comunidades estudiantiles de diferentes universidades.
Una de las consignas iníciales era la manifestación contra el candidato priista Enrique Peña Nieto y la apertura y transparencia de los medios de comunicación en la agenda política del país.
El miércoles 30 de mayo, tras días de marchas y activismo en redes sociales, se realizó la primera Asamblea Nacional Interuniversitaria, en donde el movimiento resolvió ser autónomo, apartidista, plural, incluyente y pacífico.
Al día siguiente, una comisión del movimiento se reunió con los consejeros del IFE para solicitar ampliar el plazo de registro de observadores electorales. La petición fue denegada.
El movimiento consolidó una agenda electoral y otra post-electoral para impulsar temas como la Reforma Política de los Medios de Comunicación, transparencia y rendición de cuentas, entre otros puntos.

2012/06/01

Me quedo un viernes en la capital | Dactilar y Dermis

Dactilar y dermis
Por: Liliana Cavazos
Hoy enfrento a mi dermis en traición
Ya dijo que se va
Ya anunció el destajo
Ingenuo telar que me cubre
Le persigue la idea de un ajeno dactilar
Que conoció en un ocaso.

2012/05/30

HOLA

Hola.
Soy Liliana Cavazos, cosecha ‘83 nacida en Guadalupe, municipio metropolitano de Monterrey, Nuevo León.
Guadalupense, regia, neoleonesa, seudo texana, orgullosamente chilanga y todo lo demás.
Un día se me ocurrió ser reportera (era muy ingenua). Otro día se me ocurrió ser fotógrafa (ya había madurado algo) y hoy soy editora (las consecuencias).
No es cierto, me encanta mi oficio de periodista. Actualmente trabajo en Milenio México para el portal www.milenio.com.
Ya tenía rato que activé este blog, pero no lo había usado. Finalmente, heme aquí.
Aquí comparto parte de mi trabajo como reportera, además de uno que otro texto de mi autoría sin contenidos propiamente informativos… de vez en cuando y porque no, parte de mi trabajo como fotógrafa.
En twitter, son recibidos con mucho gusto a @lilianacavazos
Gracias por tu visita.
Lilly.